Regalito de Julia para Singulares |
Supón que no tienes prisa y que, casi sin darte cuenta, te dejas embaucar por el color de estas estrellas.
Y te emocionas porque sabes que su tacto es suave... y porque, a cada rato, todo cambia a medida que el Sol cambia su intensidad.
Y sientes tu cuerpo vibrar cuando tu vista reconoce los farolillos que, debajo de las estrellas, dan color a la ventana.
Y, al pensar en los regalitos que se esconden en cada estrella y en cada farolito, te entran ganas de jugar.
...
Imagínate caminando por la ciudad.
Y, de pronto, casi sin darte cuenta, te fijas en las hojas del otoño que se mueven sinuosas al son del viento.
Te dejar atrapar y te detienes...
Disfrutas con su color y su movimiento...
Tu interior baila junto a las hojas.
Te dejas acariciar por el viento...
El tiempo se detiene y, por un instante, casi se te olvida que tienes prisa.
Y sigues caminando con el gustito de ese encuentro pegado en tu piel.
Y sonries.
...
Cuando llegas, la gente te habla, te toca, te ofrece su mano para que te calientes y te invita a bailar.
Poco a poco, entras a formar parte de ese halo de comunión y sientes como tu cuerpo se suelta.
Te brillan los ojos, te emociona la cercanía de los cuerpos y sientes como la fuerza de tu voz cosquillea tu garganta.
...
¿Te imaginas cómo sería vivir así?
4 comentarios:
no.
Vaya, Arponauta, ¡qué rotunda! Besos.
¡qué placer dejarse llevar, acariciar y sentir por todo lo que cuentas!
gracias
Que preciosidad! me voy a dar el paseo de otra manera! Gracias!!! Besos desde la sierra con babas de bebé y escarcha en el trigo recien nacido.julia
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