‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Mujeres singulares

Singulares ya tiene un grupo de mujeres que, como no podría ser de otro modo, somos variopintas y singulares.

En nuestro primer encuentro, hemos hablado sobre el deseo o la falta de deseo de ser madre.
Éramos unas 14 mujeres y me impresionó el hecho de que cada experiencia era singular, muy distinta a la de las demás.

Algunas han traído hijas e hijos al mundo sin haberse preguntado por su deseo, unas por seguir la estela de una tradición que les venía dada y otra porque se quedó embarazada cuando creía que su cuerpo no era capaz de gestar vida.
Asimismo, había mujeres que trajeron criaturas al mundo sin haber tenido muy clara la respuesta mientras que otras han tenido muy a flor de piel este deseo desde muy niñas.
Junto a ellas, una mujer comentó que siente que este deseo está saciado en la relación que tiene con un chico que ha acogido en su casa.
Todas ellas, a la hora de acompañar a otro ser humano crecer, se han ido encontrando con momentos que han avivado su deseo y con otros en los que el deseo se ha aplacado, como ocurre con la mayoría de las relaciones significativas de nuestras vidas.

En la otra cara de la moneda, allí nos encontramos también entre mujeres que no han deseado ser madres, bien por haber estado centradas en otras cuestiones que no quisieron aparcar, bien por haber estado muy cerca de madres que han sufrido mucho en la crianza o, simplemente, por no sentirse atraídas por un proyecto de vida que implique la maternidad.
Algunas no nos hemos embarazado nunca y otras han optado por interrumpir algún embarazo.

Entre las que no son madres pero sí desean serlo, no hay unanimidad en qué consiste este deseo. Para unas, es un deseo relacionado fundamentalmente con la gestación y el parto. Para otras, con el hecho de facilitar el crecimiento de otro ser humano. Asimismo, para algunas, es un deseo de crear una familia.
Algunas han contado el dolor de haber abortado de forma natural cuando esperaban un bebé deseado.

Algunas mujeres contaron que no saben bien si lo desean o no.
Unas sienten un impulso que las lleva al 'sí' empañado por el miedo a un cambio de vida muy radical. Otras, en cambio, el impulso las lleva al 'no', pero es un impulso desdibujado por el miedo a equivocarse.

Finalmente, alguna mujer nos contó que, ante la fragilidad de su situación económica y amorosa, no se atrevía siquiera a hacerse la pregunta.

Con esto relato quiero transmitir algo que, siendo obvio, se olvida con frecuencia:
Somos muchas y variopintas, cada una con una forma singular de relacionarnos con nuestra capacidad (o no capacidad) de ser madre.
Lo que he traído aquí son solo pinceladas de una realidad mucho más compleja.
Saber que no hay un modelo prefijado ante este hecho, me da libertad y alegría.

Mientras escribo, se sigue legislando haciendo oídos sordos a las formas diversas de vivir nuestros cuerpos y nuestras vidas.


3 comentarios:

Patricia Torres Cañada dijo...

Muchas gracias por traer el relato del primer encuentro y esta reflexión. Me han emocionado.

Un besito

ISA dijo...


Me ha encantado tu post, especialmente el párrafo en que dices: "...Con esto relato quiero transmitir algo que, siendo obvio, se olvida con frecuencia:
Somos muchas y variopintas, cada una con una forma singular de relacionarnos con nuestra capacidad (o no capacidad) de ser madre. Lo que he traído aquí son solo pinceladas de una realidad mucho más compleja. Saber que no hay un modelo prefijado ante este hecho, me da libertad y alegría...".

Y me gusta porque demuestra una enorme capacidad de comprensión hacia el hecho de maternidad si/maternidad no puesto que parece hoy dia que si no eres madre/padre has fracasado en tu vida, o que serlo es lo más maravilloso del mundo..
Todo tiene su pro y su contra y en este caso de la maternidad, en la que no está solamente implicada una misma sino más bien ese ser que traes al mundo, está bien esos encuentros en las que cada uno expresa su opinió y/o experiencia.
Estoy convencida de que bastante gente trae hijos al mundo por egoismo propio, sin saber de lejos lo que le espera que, a su vez, puede ser bueno, malo o regular. Y para toda la via.
Saludos.

Carmen dijo...

Hola Graciela, enhorabuena por este nuevo proyecto en Singulares, qué interesante. Me ha hecho pensar, ¿y mi deseo? ¿Dónde está? Yo me siento atraída por un proyecto de vida que no implica la crianza "directa",
un besito y gracias por compartir, yo que no vivo en Madrid me encanta poder leer esto!