‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Estado de derecho

En este país, demasiadas personas se han visto sin casa y sin dinero para seguir pagando la deuda contraída con los bancos por esa misma casa que éstos se han quedado.
En este país, un simple suspiro de las llamadas agencias de calificación tiene la misma fuerza que un huracán.
En este país, hoy tienen motivos para brindar con champán quienes han orquestado una de las tramas de corrupción con unos tentáculos cuya extensión asusta.
En este país, aún hoy en día, hay muchas personas que no pueden enterrar y velar a sus familiares que han sido torturados y asesinados durante el franquismo.
En este país, se ha cambiado la Constitución a golpe de decreto cediendo nuestra soberanía a eso que llaman mercados.
En este país ocurren, con nocturnidad y alevosía, hechos como estos.
En este país, según me han comentado, a una enferma de lupus, la inspección médica le ha revocado la baja con el argumento de que España no puede permitirse que no trabaje.

¡No hay derecho!

Ante todo esto, me resulta extraño que digan que este país es un estado de derecho.
Ante todo esto, me va quedando claro que, con demasiada frecuencia, se identifica estado de derecho con un estado legalista donde, cada día que pasa, se da mayor cabida a la ley del más fuerte.

Todo esto me lleva a preguntarme: ¿qué quieren decir cuando, ante este estado de cosas, nos dicen que hay que acatar la ley?

2 comentarios:

barutarroba dijo...

siento tristeza comprobar que es así, que realmente casi siempre ha sido así, desde mis tiempos de insumisión, cuando se juzgaba y condenaba sistemáticamente a los hombres que no querían obedecer y entrenarse para la guerra, con 2 años, cuatro meses y un día. Me dieron luz unas sabias mujeres que pusieron en palabras eso de No creas tener derechos. En realidad, siempre he mirado el estado de derecho con recelo porque no me lo creo, cada vez menos.

Patricia Torres Cañada dijo...

Graciela, no sabes cuánto me alegra que escribas este blog y hables de lo que hablas desde ti, con tu cuerpo, tu experiencia, tu manera de estar en el mundo.

besitos gigantes