Ayer fui a ver la película Rompecabezas de la directora argentina Natalia Smirnoff.
Esta obra relata un viaje delicioso de una mujer hacia el centro y el sentido de la propia vida.
Es una película que nos pone en contacto con ese tipo de revoluciones íntimas que a menudo pasan desapercibidas pero que son capaces de transformar toda una constelación.
La protagonista es una humilde ama de casa que encuentra el sentido de vivir a través de algo tan simple como son los puzzle. Y lo hace en plena madurez, cuando acaba de cumplir 50 años.
A pesar de ello, o tal vez precisamente por la sencillez de estos datos, se trata de una historia universal, capaz de conectar con las entrañas de cualquier ser humano que ansía sentir plenamente la vida y degustar la intensa libertad que se despliega en un cuarto propio.
1 comentario:
Qué buena pinta, y que ganas de ir a ver esta película.
Gracias
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