‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Elijo ser mujer singular

Mañana es ocho de marzo.
Esa fecha me remite a experiencias, lecturas, encuentros con otras mujeres y con algún hombre que me han permitido saber que puedo ser mujer sin que ello signifique estereotipar mi existencia con mandatos patriarcales.
Lo que quiero decir es que mi cuerpo sexuado, no sólo es la caja de resonancia de toda mi experiencia, sino también un significante al que le puedo dar infinitos significados.
Dar significados libres a mi cuerpo sexuado implica escuchar mis deseos, poner palabras a mi experiencia, aprender de la libertad femenina que, con mayor o menos contundencia, siempre ha estado presente en el mundo.
Es una libertad que no tendría sentido si optara por obviar la sexuación de mi cuerpo, lo cual implicaría, de algún modo, convertir mi cuerpo de mujer en algo insignificante. De hecho, siento el peso de la insignificancia cada vez que escucho a alguien decir que da lo mismo ser mujer que ser hombre.
Hoy sé que si no doy significados propios a mi cuerpo de mujer, otros lo harán por mí, bien caricaturizándolo, bien insignificándolo.
Os animo a todas a buscar el modo de significar vuestro cuerpo libremente.
Me imagino, desde ahí, un mundo lleno de cuerpos rotundos de mujeres vibrando y conmiéndose el mundo.

1 comentario:

Patricia Torres Cañada dijo...

Me encantan tus palabras, ese elegir ser mujer, y esa invitación darle significado cada una a nuestro cuerpo de mujer.

besitos

patri