Justo después de ver Visión, una película de Margarethe Von Trotta que retrata con acierto la figura de Hildegarda Von Bingen, mis pisadas se acentuaron y mi cuerpo se aligeró.
Esta película me recordó que el patriarcado nunca lo ha ocupado todo.
Me recordó que, incluso en los momentos más encorsetados y rígidos, cuando una mujer se atreve, no sólo a escuchar qué le dice su deseo, sino también a sacarlo a la luz en la relación con otras mujeres, los márgenes de libertad se ensanchan.
Una libertad que abre puertas para la libertad de otras y también para la de aquellos que prefieren dar crédito a lo que se cuece alrededor de una mujer libre que a los dictados del patriarcado.
Me emociona el legado dejado por todas esas mujeres que se han atrevido a tener una visión propia sobre el mundo que les tocó vivir y han buscado mediaciones acordes a su tiempo y circunstancias para hacer circular sus palabras.
¡Ojalá sepa coger el testigo que ellas han ido pasando y mantener viva esta larga genealogía!
3 comentarios:
preciosas tus palabras y la película.
Gracias
Hola Graciela!! Soy carmen (relaciona). He entrado a ver tu blog. Qué foto tan bonita tienes.
Tengo muchas ganas de ver esta película, que no traen a Murcia (jorrrr), aunque hace poco he visto una película que me ha gustado: “Fraulein” de Andrea Staka. Trata sobre la ayuda entre mujeres, ayuda en el sentido grande de la palabra.
Besos y enhorabuena por el espacio!!!
ay..leerte me a dado mas ganas de verla!!
Graciela; creo que ya hace que tienes el testigo de toda esa genealogia de mujeres libres y que mueves tus palabras generando libertad a mansalva y a tutiplén..
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