Ayer, mientras escuché esta entrevista de Gonzo a Carmen Hernández me emocioné.
En las palabras de Carmen Hernández pude sentir ese calor que facilita la convivencia sin necesidad de puentear o menospreciar el propio dolor ni el de las y los demás.
Es un ejemplo más de lo que da de sí la política cuando nos abrimos al amor, ese amor que permite ver lo que acontece y quienes somos con profundidad y humanidad, apostar por la convivencia y la relación sin caer en un buenismo estéril, presentarse en la palestra de lo común con entereza y apertura.
Un amor que implica, no solo amar, sino también amarse.
4 comentarios:
que pasada..
Gracias por compartir.!!
Me ha encantado "la palestra de lo común con entereza y apertura" Gracias Graciela
Besos.Lenteja
Jo graciela, me he emocionado al escuchar el amor que siente ésta mujer, el odio es muy mala escuela, se aleja de la felicidad.
un beso.
javitxu.
Qué buena, qué lista, qué tierna...
Qué maravilla.
Encina
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