‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

La banalidad del mal

Hace unos días, me he vuelto a deleitar con la mirada de Margarethe von Trotta.
Esta vez con su película Hannah Arendt, donde nos cuenta una parte muy significativa de la vida de esta gran pensadora.
Como ya sabéis, Hannah Arendt, en su libro 'Eichmann en Jerusalén', hace una disertación fina de la banalidad que existe, o puede existir, en la ejecución del mal.
Nos habla, entre otras cosas, de quienes, aferrándose a la ley, a las funciones de su cargo, a los protocolos o simplemente a la inercia, dejan de hacerse responsables de sus actos y sus consecuencias.

¡Ay! Miro y lo que veo me lleva a pensar que esta reflexión sigue interpelando a mucho de lo que ocurre en nuestro presente.
Interpela a quienes, en nombre del protocolo, han dejado a una niña de ni siquiera dos años una noche entera en la UCI de un hospital sin la compañía de su madre, su padre o alguien de su confianza.
Interpeló a esa psicóloga que le dijo a una amiga mía que se está dando cuenta que, una parte significativa de la enfermedad mental de nuestro tiempo, tiene que ver una tendencia cada vez más arraigada de vivirse solo como una víctima del contexto o de las relaciones, en un ejercicio de echar balones fuera que conlleva la desresponsabilización de las riendas de la propia vida.
Interpela a esos bancarios que vendieron sus productos a quienes no entendian qué compraban por fidelidad a la política del Banco, o peor aún, que ni siquieran sabían qué vendían.
Nos interpela cuando caemos en la tentación de mirar hacia otro lado cuando olemos de cerca como el capital sigue haciendo de las suyas. 
Interpeló en su día a Edward Showden que, actuando desde los dictados de su consciencia, hoy es tratado como heroe o villano, y no simplemente como un ser humano que no quiere seguir banalizando el mal.

'Hacerse cargo uno mismo de responder ante la Humanidad de cada pensamiento significa vivir en esa luminosidad en que uno mismo y todos los pensamientos de uno son puestos a prueba'
- Hannah Arendt -

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