‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Finito infinito

En marinaenmovimiento.wordpress.com/mix/
Ayer, mientras hablaba en el taller 'cuerpo vivo, cuerpo creativo', me sorprendí a mí misma haciendo esta reflexión que hoy traigo aquí...
El cuerpo humano, el cuerpo de cada mujer y de cada hombre, es finito, limitado. Se cansa, se enferma, se muere. Sin embargo, tenemos multitud de estímulos que nos invitan a obviar estas barreras y a vivir como si éstas no existieran. Son estímulos que nos invitan a jugar a ser dioses, a bloquear el dolor o el cansancio para poder seguir como si nada estuviera pasando, a seguir sin escuchar las necesidades corpóreas ni aprender de lo que el cuerpo sabe.
Al mismo tiempo, el cuerpo humano, cada cuerpo, tiene infinitas posibilidades de hacer, de crear, de sentir,de expresar, de ser. Basta pararse un minuto a pensar todo lo que se puede hacer con cada parte de nuestro cuerpo para encontrarnos con tanto mimbre, con tanta materia, que emociona. Sin embargo, tenemos multitud de estímulos que nos invitan a obviar este chorro de posibilidades y usar solo aquellas que son más funcionales, esas que Marina llama burocráticas. De tal modo que, restringimos esa infinitud del cuerpo, cada vez que nos dejamos llevar por esta perversa corriente.
Es una paradoja hiriente que nos separa de esta materia viva que, al fin y al cabo, es consustancial a nuestro ser.
¡Me da una pena tanto desperdicio!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una asignatura pendiente...

Lázuli dijo...

Estoy viva!!!!