‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

¿Hasta cuándo?

Hace unos quince días, escuché una charla muy didáctica y esclare- cedora de Yayo Herrero en el Entredós.
Ahora, tras lo ocurrido en Bruselas y en Durban, sus palabras me resuenan y me ayudan a entender que el resultado de ambas cumbres son el fruto de una misma cosa.
Se trata de una forma muy concreta de entender la economía. Es una lógica centrada en sacar el máximo beneficio económico estrujando la vida, tratándola como si fuera una máquina inagotable y obviando, por tanto,  que ésta tiene límites y que solo se regenera si se la trata bien.
En fin, que a medida que se estruja la vida de ciudadanas y ciudadanos, se estruja la energía de tantas mujeres puestas en el cuidado, se estruja la tierra y las manos de quienes las cultivan, se estruja el aire que respiramos y los yacimientos de petroleo, se acrecienta los beneficios de un número cada vez más menguado de personas en este planeta.
Me da cierto yuyu, pero a la vez no puedo evitar hacerme la pregunta: ¿hasta cuándo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me temo que hasta que no quede nada.