María-Milagros Rivera Garretas |
'Un cuerpo nace mujer, un cuerpo nace hombre, algunos nacen indiferenciados, algunos son dados a luz de un sexo y se sienten del otro. El juego de los sexos se obstina en ser a dos, con una zona en suspenso. Pero las posibilidades de interpretación de uno y de otro son imprevisibles e ilimitables porque son imprevisibles e ilimitables la experiencia humana y la lengua materna, la lengua que hablamos para traer al mundo la propia experiencia y escuchar la ajena.'
1 comentario:
Qué maravilla....
besitos
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