‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Fui libre...

El sábado pasado estuve trabajando en La Adrada con uno de los grupos del seminario Lo Personal es Político y me sentí libre.
La libertad que sentí no tiene que ver con los contenidos tratados, ni con que estuviéramos al aire libre, ni con la confianza que sentimos después de tanto tiempo compartiendo espacios de reflexión... O mejor, todo esto ayudó pero no fue lo principal.
Lo fundamental fue desde donde hice todo eso, desde donde pensé, me relacioné, sentí el aroma del campo...
Lo que quiero decir es que unas circunstancias favorables no garantizan por sí mismas la libertad. Del mismo modo, un contexto inhóspito, aunque lo dificulta, no nos impide ser libres. 
Para mí, la libertad tiene que ver con el SER, con hacerme presente, con estar en cada lugar y en cada cosa que hago. La libertad se da en mí cuando no me empeño en ser otra diferente a la que en realidad soy en cada momento, cuando logro vivir la vida a flor de piel, cuando me abro a lo que hay dejándome fluir.
Todo eso es lo que me pasó el sábado en La Adrada y así es como quisiera trabajar siempre. Así es como quisiera vivir siempre...

5 comentarios:

Patricia Torres Cañada dijo...

Ay, Graciela, que emocion leerte.

besitos

barutarroba dijo...

Qué chispazo de emoción me recorre el cuerpo leer lo que dices, verte en la foto y recordar ese dia. Siento que la libertad es contagiosa y tiene una fuerza mágica
besos con sonidos de pájaros
pepillo

Morgana dijo...

Ufffff, te entiendo perfectamente y lo has explicado de maravilla!!

Un abrazo bien fuerte!

Anónimo dijo...

qué emocionante es cuando la libertad se toca, discurre de piel en piel, se bebe y se vive, se escucha
gracias, juan

antonio dijo...

Me ha encantado leer tu comentario y como vives tu libertad y desde donde lo haces. ¡Es muy difícil, pero no imposible!. Somos muchos y muchas los que estamos en ese camino, a veces incomprendido, a veces desconcertante, a veces duro,..., pero siempre gratificante. Eso de ser uno o una misma es una aventura maravillosa.
Gracias por tus reflexiones, desde un sur lluvioso.
Un abrazo desde el hoy tan cercano y tan lejano.
Antonio