‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Cuando la vida está en juego...

Siento la necesidad de recordar que el capitalismo, especialmente el sustentado por la lógica neoliberal, pone la rentabilidad económica por encima de la vida, despreciándola de tal modo que es inmenso el dolor, la pobreza y la desigualdad que genera.
Es esta lógica, basada en la rapiña, la que hace que, entre otras muchas cosas, Haití siga devastada, los suicidios entre el personal de Telecom sigan dándose, la trata de blancas tenga tanto auge, los muros entre países ricos y pobres sean cada vez más numerosos y extensos, en los basureros del mundo entero haya gente buscando el modo de sobrevivir, el número de mujeres que mueren pariendo sea excesivo, el deterioro de la sanidad pública de nuestro país sea cada vez mayor, etc, etc...
Creo importante recordar todo esto porque esta lógica se ha ido natura- lizando hasta tal punto que, hoy por hoy, se nos presenta como un dogma de fe y, por lo tanto, como si fuera la única vía posible para fomentar el empleo y entablar relaciones laborales.
Hace unos días, esto se me hizo muy patente cuando Zapatero, haciendo referencia a una reforma laboral que, entre otras cosas, permite el despido por el simple hecho de que alguien se enferme 'más tiempo de lo debido', dijo, sin que sonara raro ni extravagante, que 'los sacrificios de hoy son la garantía del bienestar de mañana'.
Tener constancia de todo esto me lleva a apoyar la huelga del 29 de septiembre.
Me sumo con más entusiasmo a la convo- catoria de Ecologistas en Acción que a la de los sindicatos, precisamente porque pone el acento en la necesidad de cuidar y valorar la vida.
Secundar la huelga o participar en acciones similares se me hace poca cosa si no sustento todo ello con un hacer cuentas de forma continuada con el capitalismo que hay en mí, ya que éste es un camino necesario para que la vida nunca deje de ser el motor de mi vida.

1 comentario:

Lázuli dijo...

Estar viva y estar donde deseo estar, me hace todavía más responsable!