‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Silencios...

Hace unos días fui desde Santa Cruz de Tenerife a La Laguna en el tranvía.
A mi lado, iba un chico escuchando música a través de su móvil.
Se trataba de una música ruidosa que el móvil convertía casi en chatarra.
Al mirar las caras de quienes me rodeaban, comprendí que no era solo a mí a quien molestaba ese sonido.
Pero nadie dijo nada y aguantamos hasta que el chico se bajó.
Aún sigo impactaba por nuestro silencio.

Tengo una amiga que sufrió acoso laboral cuando trabajaba como docente.
Ella interpuso una denuncia y diversas instancias reconocieron que lo que ella decía era cierto.
Lo que más me impactó fue que gran parte del claustro, aún sabiendo lo que sucedía, miró para otro lado y se calló.
Finalmente, a ella le dieron una jubilación anticipada mientras que él siguió trabajando y dañando a otras trabajadoras valiosas durante muchos años.

No creo que éstas sean situaciones aisladas.
Por ello, me pregunto si, como sociedad, no hemos llegado demasiado lejos en eso de 'callarnos para no tener problemas'...

No hay comentarios: