‘Vivir plenamente hacia lo interior igual que hacia lo exterior, no sacrificar nada de la realidad externa en beneficio de la interna y viceversa.’
(Etty Hillesum)

Trinidad Gallego

Hace unos días, con 98 años, se murió Trinidad Gallego. 
Su vida fue una de esas vidas que sorprenden por la cantidad de dolor, de fortaleza, de amores furtivos, de corazas, de miseria, de entereza, de heridas en carne viva.
Desde mi mirada de mujer que lo ha tenido todo mucho más fácil que ella, me parece que llegó a las puertas de esa frontera que señala lo que un ser humano puede soportar y, justo en esa frontera, supo dejar una huella de resistencia y creatividad.
Una huella marcada por la herencia dejada por su abuela y su madre, por la opulencia que se ve pasar de largo cuando se está en una humilde portería, por por el deseo de traer vida a un mundo más justo y vivible.

'No me inquietan ni la muerte ni los muertos, 
he compartido mi vida con ambos y sé bien de qué se trata. 
Lo realmente peliagudo es vivir.'
- Estas palabras de Trinidad Gallego fueron recogidas en el precioso libro Llum Quiñonero, Nosotras que perdimos la paz -

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gra, qué bonito lo que traes! ¿sabes que justo estos días andaba pensando en el miedo a la muerte y el miedo a vivir? Por eso esta entrada de tu blog me ha llegado profundo...
Miles de besos!
tati