Vuelvo a sentir el corazón en un puño.
Las medidas que ha anunciado Zapatero ayer y las que aún están por venir me han helado por dentro.
Quiero seguir mirando lo que acontece sin que el miedo ni la impotencia me/nos paralicen.
Tengo hambre de amor, de solidaridad, de creatividad.
Ojalá sea un hambre compartida...
1 comentario:
ES un hambre compartido, tengo la misma hambre!
Me encanta tu blog.
Un saludo.
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