Una cosa es acoger los ideales que tenemos como una parte de lo que somos y otra bien distinta es forzarnos a ser como lo que nos dicta esos ideales.
Una cosa es andar en el mundo que nos ha tocado vivir sin obviar los propios ideales y otra cosa diferente es sacrificar esa realidad con la pretensión de que ésta se ajuste lo más posible a esos ideales.
Una cosa es acoger todo lo que hay y lo que somos, también los ideales, como los mimbres que tenemos para ser y para crear. Y otra bien distinta es anteponer los ideales a lo que hay, lo que nos lleva a un 'deber ser' que nos hace andar a la defensiva, no sólo ante lo que acontece en el mundo, sino también ante lo que nos ocurre.
Quisiera no olvidarme nunca de todo esto a la hora de vivir y de expresar mi desacuerdo con muchas de las cosas que suceden, que me suceden.
2 comentarios:
Qué maravilla leerte, siempre aprendo de tus palabras, de su sencillez, de su verdad.
Gracias
Qué gran verdad, una verdad que encierra un gran conflicto, y es el que se produce en mi interior al no saber conjugar mis ideales con mi realidad, un conflicto que obstaculiza mi caminar hacia adelante o, al menos, mi caminar libre. Gracias por visivilizarlo con tanta claridad, Lurdes.
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