No deja de sorprenderme cómo una parte significativa de la industria farmaceutica ha dejado en un segundo plano su cometido de mejorar la salud y salvar vidas para priorizar la rentabilidad económica.
Me cuesta aceptar que este tipo de cosas ocurran y, además, me desasosiego ante esta realidad porque, cada vez que algún médico o médica me prescribe algún medicamento, me cuesta dejar de preguntarse sobre a quién le beneficia realmente dicha prescripción.
Por ello, porque no quiero vivir con esta incertidumbre ni tampoco con este dolor, traigo aquí esta reflexión que me hace saber que hay personas en este mundo que no han perdido el norte y siguen colocando la vida en el centro de sus acciones.
Si tienes un buen antivirus, lees el enlace en el que se relata dicha reflexión e intentas apoyar la iniciativa que se muestra al final, verás que te dicen que no es recomendable hacerlo porque, para ello, tendrías que entrar en una página insegura. Quizás esté equivocada, pero me temo que este ataque no es inocente. En todo caso, si entras directamente a dicha campaña, no hay problema.
Sea como sea, cada vez que alguien decide apostar por la vida, la violencia del capital pierde fuelle y yo me siento menos sola.
1 comentario:
Ay Gra...Este post me ha sacudido como cuando despiertas a alguien en el metro en la ultima parada...Me toca los cuatro costados.y tambien me duele ver el capital ppr encima de todo..Por encima de los cuerpos vivos y enfermos..Por encima del mio...
Me he sentido tambien acompañado al leerte (no solo sacudido jejej)
UooOO_o
Pd::
A ToD@S
Me ha salido el aviso ese a mi también en mi navegador..y tampoco me parece casual..De página insegura nada..Ni caso..darle chicha al tema y firmad sin miedo
besos
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