Me abruma ver como el capital juega sus cartas con fuerza y parece que va ganando la partida, no sólo la material, sino también la simbólica.
Cada vez cobra más fuerza ese discurso que dice que cualquier forma de sublevación contra su lógica es hacer daño a la economía, como si ésta fuera un ente abstracto que nada tuviera que ver con el pan que comemos cada día.
Pienso que tanto silencio y cancha ancha a los dueños del capital sí que nos hace daño, de ahí que me resulte más valiosas que nunca esas prácticas que son capaces de dar la vuelta a ese discurso con imaginación y sin violencia como este zapateado que podéis ver si pinchais en estos enlaces:
Cada vez cobra más fuerza ese discurso que dice que cualquier forma de sublevación contra su lógica es hacer daño a la economía, como si ésta fuera un ente abstracto que nada tuviera que ver con el pan que comemos cada día.
Pienso que tanto silencio y cancha ancha a los dueños del capital sí que nos hace daño, de ahí que me resulte más valiosas que nunca esas prácticas que son capaces de dar la vuelta a ese discurso con imaginación y sin violencia como este zapateado que podéis ver si pinchais en estos enlaces:
Patea el capital 1: la niña ninja rompe el monedero
Patea el capital 2: paca la monea
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