La semana pasada recordé, una vez más, que la vida se juega siempre en el momento presente, que sentirla es darle sentido, que sus vericuetos son imprevisibles y que, por más que queramos, es incontrolable.
Recordé lo que quisiera no haber olvidado nunca.
Recordé lo que recordé porque un amigo muy querido sufrió un infarto.
Está recuperándose y espero que, cuando esté bien del todo, no vuelva a olvidarme qué significa estar viva.
Hace poco, este amigo me regaló este poema de Blanca Varela que me acerca a la vida:
HISTORIA
puedes contarme cualquier cosa
creer no es importante
lo que importa es que el aire mueva tus
labios
o que tus labios muevan el aire
que fabules tu historia tu cuerpo
a toda hora sin tregua
como una llama que a nada se parece
sino a una llama
1 comentario:
Un abrazo grande y gracias.
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